"Imagen en movimiento" es la denominación que emplea el arte contemporáneo para abarcar, sin restringirlas en una disciplina, obras que atraviesan o combinan entre sí las categorías de video arte, animación, corto experimental, cine, metraje encontrado, etcétera.

"Sobre la imagen en movimiento" es el título de la selección de obras de la colección Lemaitre que con curaduría de Diana Wechsler se expone hasta el 3 de diciembre en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) de Rosario (Paseo de las Artes y el río) de jueves a domingos de 17 a 21 con entrada libre y gratuita.

Diana Wechsler es la directora artístico‑académica de Bienalsur (http://bienalsur.org/es), bienal de dos años de duración organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero tomando como espacio de exhibición el territorio sudamericano hasta diciembre; no sólo tiene a Rosario como una de sus sedes sino que además incluye a reconocidos artistas de esta ciudad. Hace poco se la dedicó a la memoria de Graciela Sacco, artista rosarina lamentablemente fallecida hace poco en plena acción siendo una de las autoras más destacadas de la Bienal.

 

John Menick, "The secret life of things" (video, 2006).

 

La agenda de Bienalsur ofrece desplazamientos entre los lugares de producción y exposición de las obras, funcionando desde 2016 como un dispositivo internacional que permite su recepción no sólo en lugares geográficamente distantes en el planeta, sino además por un público no especializado, por fuera de los circuitos elitistas de museos y galerías del mundo del arte global. Así, mientras los skaters ribereños patinan alegremente sobre un piso diseñado por Pablo Siquier que puede verse completo desde lo alto de las escalinatas del Parque España (y que también es parte de Bienalsur), quien camine unos cientos de metros más junto al río podrá contemplar, en el antiguo galpón portuario del CEC, obras de imagen en movimiento por artistas de todas partes del mundo que fueron exhibidas un mes antes en Buenos Aires en el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco.

De la muestra participan artistas y colectivos de países del tercer mundo como The Atlas Group (Líbano), Zhenchen Liu (China), Anri Sala (Albania), Kai Kaljo (Estonia); outsiders de países centrales como John Menick (Estados Unidos), o radicados en centros artísticos mundiales como Julien Crepieux y Zineb Sedira (Francia), Graham Gussin (Gran Bretaña) o Matthias M³ller y Astrid Nippoldt (Alemania). También se incluye un video con información actualizada sobre Bienalsur.

"I only wish that I could weep" (Sólo quisiera poder llorar, 2002) reúne en un video monocanal de 6 minutos lo que se nos presenta, a través de un texto incluido en la obra y en la página del grupo, como las versiones originales sin editar (pero aceleradas) de un metraje encontrado que le llegó en el año 2000 a The Atlas Group, un colectivo fundado en 1999 y que desde entonces recopiló archivos y produjo documentales sobre la historia del Líbano. Las grabaciones anónimas fueron atribuidas al operador #17, oficial de inteligencia del ejército libanés asignado a la vigilancia de Corniche, una rambla costera marítima en el oeste de Beirut que es punto de encuentro de políticos y espías. Durante 1996, mientras duraba el ocaso y hasta que lo echaron, el oficial grabó cada día la puesta del sol en vez de su objetivo asignado. El video presenta, con fecha y hora, "las grabaciones que se le permitieron conservar luego de su despido". ¿Es un auténtico documento, o el relato es la excusa ficticia para dar a contemplar una reflexión visual sobre la fugacidad de lo cotidiano?

 

Hasta que lo echaron, el operador #17 del ejército del Líbano grabó la puesta del sol en vez de su objetivo asignado.

 

"Miro películas", dice contra un telón negro y sin mirar frontalmente a cámara un hombre mayor no identificado (Nikos Valance) en "The secret life of things" (La vida secreta de las cosas, 2006), cortometraje de John Menick. "Miro 6 o 7 largometrajes por día. Ese es mi trabajo. Tengo techo, tengo comida y me cuidan. Eso es todo. Pero por tener estas cosas, me siento un profesional: un espectador profesional. El tipo de películas que miro empiezan con un hombre que se despierta, a veces en un hospital, solo, desorientado; sale de su habitación a vagar por ahí y empieza a darse cuenta de que el mundo ha cambiado, pero para peor. Falta la gente. Las telecomunicaciones se cortaron. El tráfico se detuvo. Los desechos se acumulan. Miro estas películas por las cosas, por la masiva acumulación de cosas. Cosas abandonadas. Cosas nuevas que envejecen y se convierten de pronto en artefactos. Estas cosas se presentan como algo nuevo, con sus valores transformados. Sus historias se amplían; se revela su vida secreta. Esta es la historia de la que hablo: la historia del presente", dice el actor en off sobre clips de películas de René Clair, Danny Boyle y otros. ¿De qué habla? ¿Del género post‑apocalíptico en el cine, o de la alienación y soledad que implican hoy envejecer en la pobreza?

Dos testimonios sobre esto son registrados y elaborados por la estonia Kai Kaljo y por el chino Zhenchen Liu. "Under Construction" (2007), de Zhenchen Liu (Shangai, 1976), combina animación de fotos fijas con tomas en video para crear un largo plano secuencia de lo que al comienzo parece una ciudad bombardeada. Luego el realizador muestra dos animales abandonados que son como metáforas de los entrevistados, los pocos humanos que aún habitan lo inhabitable: los barrios de Shangai que son demolidos por los urbanistas, echando a patadas a 100.000 familias cada año y reduciendo a una condición infernal a quienes no pudieron mudarse. El film denuncia la crueldad de los daños colaterales de la utopía capitalista y estatal de una ciudad perfecta. 

En "Pathetique" (1999), Kai Kaljo intercala grabaciones de sí misma, tocando al piano la sonata del título, con tomas cámara en mano de un hombre que junta basura de la calle. Los contrastes de tono, que en el cine mainsteam se consideran de mal gusto y que aquí bordean lo insoportable, son una marca de estilo de esta artista que obtuvo fama mundial con "Loser" (1997), una autobiografía hablada con risas grabadas que suenan en las pausas del relato: "Tengo 37 años y vivo con mi madre" (risas); "mi sueldo de profesora es de 90 dólares" (risas).

En "Endless end" (Fin sin fin, 2009), Elodie Pond acumula las más diversas carátulas de finales de película. Astrid Nippoldt pone una banda de sonido estéreo de western al cielo rural en wy o ming (2002), al que define como "un thriller en 90 segundos". Al igual que ellas y que Menick, dialoga con el cine "Timeline" (2005), de Julien Crepieux, registro de videoperfomance donde el autor se apropia de una película y la pasea por la campiña en un monitor portátil a lo largo de todo un atardecer, mezclándose los diálogos con el paisaje. Son muy buenas ideas, que el logrado montaje de la sala permite ver todas juntas.